20 abr 2011

Negocios Colombia, el primer productor mundial de café suave

"El país alcanzó en marzo una cosecha de 779.000 sacos de 60 kilos del grano, un alza de un 24%.

En marzo del 2010 la cosecha alcanzó los 629.000 sacos de café, informó el miércoles la Federación Nacional de Cafeteros. 

Las exportaciones de café del país sudamericano subieron un 53 por ciento a 884.000 sacos de 60 kilos en marzo, desde los 576.000 sacos en el mismo mes del 2010..."

Sigue esta nota periodistica de la revista Portafolio aqui

4 abr 2011

Un nuevo día para el café

Una nota del diario El Espectador por Hugo Sabogal

"En Colombia se produce el mejor café suave del mundo, pero los colombianos no sabemos distinguirlos ni entendemos el significado de la geografía del producto.

 

El taiwanés-costarricense Diengo Chow me recordó hace pocos días que Colombia es motivo de  admiración por la enorme calidad de sus cafés especiales. Es la envidia de muchos, me dijo. Esta percepción, sin duda, obedece al paciente y largo trabajo realizado por productores y exportadores con la batuta de la Federación Nacional de Cafeteros. Y, de alguna manera, también es el reconocimiento al trabajo de un puñado de soñadores para quienes el destino del producto estrella de Colombia aún no llega a su plenitud..."

 

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2 abr 2011

El espíritu del Café

El espíritu del café, se mueve y se ha movido desde hace mucho tiempo por todo los lugares del mundo, hasta convertirse en un personaje cultural que en cada lugar es como si estuviera como en su propia casa desde siempre.

Es curioso ver por ejemplo, la mención del café en un libro contenido en la biblia el de 1Samuel, quien habría ungido a David como rey sucesor. En (1Samuel 24,18) Cuando Abigail prepara un regalo para desagraviar a David en nombre de su esposo Nabal: “Entonces Abigail tomó luego doscientos panes, dos cueros de vino, cinco ovejas guisadas, cinco medidas de grano tostado, cien racimos de uvas pasas, y doscientos panes de higos secos, y lo cargó todo en asnos”…más adelante cuando Abigail enviudó, fue tomada por esposa por David.

En este libro, (la Biblia), café simbolizaría afecto, respeto y benignidad de unos con otros.

En estos tiempos digitales solo con escribir la palabra café en cualquier buscador de la red, se encuentran toda clase de sitios que hablan de una u otra forma y sin ninguna timidez, sobre este clásico brebaje.

En Colombia, se tiene dudas sobre su llegada exacta, sin embargo es el departamento de Santander la zona por donde se cree se introdujo. Fueron los jesuitas los que influyeron para que el café se adoptara comp. Arte de la cultura colombiana, comenzando a cultivarlo a través de penitencias dadas a los fieles por sus faltas.


Esto dio forma a una explotación agrícola cafetera cuyo presente es este, el de un país exportador, reconocido globalmente como uno de los productores del mejor café suave en conjunción con la voluntad de los cultivadores y las características de las tierras colombianas.

El café en Colombia, podría decirse que se percibe como un producto propio, como si hubiese estado siempre aquí. Su imagen es símbolo de trabajo, entrega, tesón, una familia que trabaja con sus manos, que lo hace dignamente; lo es también de calidez, amistad, alegría, pasión, honestidad, coraje y por supuesto calidad superior.

Estos valores describen a gran parte de los colombianos, pero la realidad nacional en cuanto al narcotráfico, incide en todas las esferas de la sociedad, y hablando ahora en el contexto de los cultivadores de café, especialmente los pequeños-que cuentan `para el cultivo de entre tres a cinco hectáreas-han tenido una variación de la percepción del deber ser, al tener una alternativa que satisface necesidades que por largo tiempo no han sido resueltas por parte de un estado ausente.

Los cultivos ilícitos proporcionan riquezas rápidas y mucho más elevadas que cualquier otra actividad agrícola legal, su proceso de cuidado es sencillo y cuentan con supervisión de los narcotraficantes. Se sabe por informes y estadísticas de las magnitudes económicas de esta actividad.


Muchos caficultores, sin formación académica, o en el abandono por parte de las instituciones del estado, sin adecuada asistencia médica y con pocas herramientas para hacer competitivas sus tareas agrícolas, debieron hacer parte de la mano de obra solicitada por los grupos al margen de la ley, que ahora participan en las actividades del narcotráfico y en general de todas las organizaciones afines al mismo.

Parece ser que esto ha dado lugar a nuevas escalas de valores tendientes a pensar y planear en el corto plazo, además de existir alrededor de estas actividades mucha presión y violencia. Estar por fuera de estos nuevos sistemas implica la posibilidad de enfrentarse a gente poderosa e  inescrupulosa, por lo menos en las regiones en donde el conflicto armado y el narcotráfico toman fuerza y conforman otro estado dentro del estado colombiano.

Hay que reconocer, que las políticas del país han mejorado –auque el motivo aún no sea exclusivamente el bien de las poblaciones de cultivadores menos favorecidas- la dinámica de los mercados y los acuerdos comerciales, han permitido, mejorar el apoyo y la presencia estatal en materia de seguridad incentivando el desarrollo de las actividades cafeteras.

 Foto: Panorámica de Consacá por página oficial del municipio.

Expertos señalan que los pequeños cultivadores no son tan productivos como los grandes y por eso el apoyo está diseñado para los grandes por naturaleza o por asociación.

La mejor estrategia por parte del estado, según estudiosos del tema, es mejorar las políticas de acompañamiento en las fases de cultivo y posteriormente en la comercialización, pero para dar solución de raíz a los problemas de violencia y narcotráfico en Colombia, el aumento de asignación presupuestal a los sectores de salud, educación e investigación serían contundentes.

Sin duda los cambios culturales que trae el narcotráfico son grandes, pero también es cierto que no se dan en todas partes ni en la misma medida; sin embargo van de la mano de los personajes a los que damos la facultad para decidir políticas y organizar el país.

No se trata con esto de concluir que todos la caficultores han sido permeados por el narcotráfico, empero, hay estudios que demuestran que en muchos de estos hogares, alguno de sus integrantes se ha desplazado a otras partes para trabajar en cultivos ilícitos, pero la actual actividad cafetera colombiana es estable y atractiva, hay cariño por el café, cosa que no es de sorprender, si se aplica en este punto, las atribuciones enigmáticas de ese espíritu que conquista está y es dentro de las costumbres de las personas. El espíritu del café es SUBLIME.


Por: RS ©

El Café es Sublime

 
Cada día las tiendas de café del mundo reciben a miles de personas que llegan ávidas de una humeante y aromática taza de café.

El vapor de las máquinas de espresso , el zumbido de la leche cremándose , aromas de esencias, y fragantes pasteles hacen parte de una escena agitada que se repite cada dos o tres minutos y a veces puede durar hasta una hora a plena marcha.

Una vez confirmados los pedidos, el barista hace gala de sus conocimientos y diseña la bebida perfecta; la máquina, ha sido previamente calibrada y preparada, para hacer una equilibrada combinación entre temperatura y presión. Ahora la destreza del barista, permitirá que las bebidas se conviertan en una verdadera obra de arte.




En ocasiones algún cliente se percata del proceso de la preparación o al menos aprecia con detenimiento el resultado final. En la mayoría de los casos esto no tiene mayor significado para los clientes; para ellos, el cómo y lo que ocurre durante ese cómo no tiene sentido alguno si no va acompañado de otros factores que son partes del universo que hará que su estadía sea un placer para  volver a vivir

Cualquiera que sea la personalidad de una  tienda de café, sin importar mucho si está forjada con grandes sumas de dinero o más bien es modesta  - y se ha hecho a pocos-  lo que importa es que exista una filosofía clara con respecto al café como esa estrella, ese personaje que da vida y esencia a estos lugares, como el producto al que se le tiene gran consideración y respeto en su manejo.


Si no se tuviera esa claridad, ni la más pomposa bebida, ni el más atrevido diseño que haga para adornarla, tendría mayor sentido. El café es de por sí, el solo, el personaje que brilla y que buscan los amantes bebedores.

Las diferentes formas de sofisticación en su presentación y técnicas de preparación obedecen a una inercia competitiva con nuevas formas de creatividad, con el propósito de diferenciar unas tiendas de otras. A la vez forman nuevos conceptos culturales entre los clientes, convirtiéndolos en experiencias que se repiten y se disfrutan a partir de pertenecer a un grupo social determinado.

Todos aquellos detalles en estos lugares son importantes, necesarios  y son parte de la explicación de su éxito. Sin embargo, aún si la carta es básica y la oferta de servicio es justo - la adecuada,  sin exagerados malabarismos- un tinto servido a tiempo, caliente, fresco y proveniente de un café de buena  calidad es suficiente. Eso es lo que en realidad buscan estos enamorados seguidores del café, que  a diario hacen un paréntesis para disfrutar de los misteriosos encantos sublimes que él parece poseer. 


Por: RS ©

El Café

Al mediodía español, existe una institución social, el tomar un café como postre. Por donde quiera que vayas te ofrecen con una gran sonrisa y un codiciado tono si deseas una taza de esta bebida oscura que propone animarte para la tarde entera y soportar ecuánime los soporíferos calores del verano.

Bajo sus efectos especiales he escuchado lapidar la política, proponer un nuevo orden social, discutir un problema estético o simplemente descubrir que la sonrisa de las personas es de las cosas más contagiosas que existen y se multiplica con una sensación de dicha que difícilmente puedes olvidar.

Generalmente te ofrecen la bebida en diferentes calidades y aparecen marcadas en la maquina desde donde te la preparan. Hay mezclas de cafés  africanos con americanos, hay otros cultivados con especial cuidado o en determinados climas, y finalmente, siempre hacen una categoría especial para el café colombiano. El vendedor te lo especifica, te lo aclara, te lo vende con propiedad y con cierta sensación de orgullo al poner lo mejor de su tienda a juicio de tu paladar.

Puedes estar sentado sobre una butaca comodísima, casi como en casa, pararte al lado de una barra de bar o estar en medio de un paseo peatonal, pero siempre cuando bebes una taza caliente de café, haces un lugar, estableces un limite y un espacio que todos los demás reconocen, respetan o en la mayoría de los casos, ven como oportunidad para establecer un dialogo contigo.





Imágen: taza de café por Petr Kratochvil

En Francia el café tiene un estatus especial, pues a más de la significación social, los franceses están llenos de sofisticadas formas de beberlo, degustarlo y compartirlo. La mayoría de las veces esta bebida se ha convertido en la acompañante ideal de  las aventuras intelectuales del cine. Hemos presenciado su incorporación como objeto – bebida- fetiche en las películas que se precian de representar la vida diaria del parisino. Las grandes ideas, discusiones y revoluciones vienen acompañadas por la escena de un café en el café. Institución social, costumbre diaria, unida e indeleble y determinante de la misma personalidad de los personajes.



En Estados Unidos, lo compras en grandes vasos (de unos 500cm3) que se cierran herméticamente y te dejan una boquilla especial para beber en tu conducción a la oficina. Generalmente el café es muy fuerte y te puedes pasar toda la mañana bebiendo una de estas porciones, que por el asombroso diseño del vaso contenedor pierde el calor poco a poco. La costumbre de beber un café cada vez se torna en una necesidad general de compartir experiencias en el solitario e independiente ambiente norteamericano. Starbucks es una compañía que proporciona solución a ese espacio olvidado.

En nuestro país, esta costumbre, que quizás existió con demanda en generaciones anteriores, está retomando nuestros escenarios y viene siendo impulsada con nuevas imágenes asociadas, que le quitan esa noción de mundo olvidado, impregnado de nubes de humo y canciones de tono lánguido. Hoy podemos disfrutar de tiendas apropiadas para poder degustarlo y donde compartir nuestras experiencias de vida. Hoy el café y su teatralidad han vuelto a ser parte de nuestra identidad y esperamos refuercen nuestra creatividad para la construcción de una sociedad diferente. 


Por; PC ©

El origen de la palabra Café

El origen de la palabra también tiene sus diferencias. Unos dicen que viene de palabra turca Kahveh, que designa, el fruto del cafeto. Otros dicen que es por Kaboueh, que es una palabra árabe que significa fuerza, y por último esta Kaffa, que es nombre de una ciudad etíope, donde dicen que se empezó a cultivar la planta. Por ultimo están los que defienden el vocablo árabe kahwah (Caua). Lo que si es cierto que el término se extendió gracias al vocablo turco que sirvió de raíz (café en francés, español y portugués, coffee en inglés, caffe en italiano, Kave en húngaro, Kia Fey en Chino, etcétera.

Parece ser que es aceptado por todos los entendidos que su origen se sitúa en Abisinia, la actual Etiopía y mas específicamente en la región de Kaffa, en torno al siglo X d.C. Los primeros documentos atribuían a la planta del cafeto propiedades curativas. Al Razí, un médico árabe de la época fue el primero en describir la planta del cafeto, el grano y sus propiedades estimulantes “muy apropiadas para combatir la melancolía”. 
Apenas dos siglos más tarde, sobre el año 1000, otra eminencia de la medicina árabe, conocido como Avicena, escribe “El cánon de la medicina”, uno de los libros más utilizados de la medicina durante siglos, y traducido al latín en el año 1200. En él se describe así el café: “su infusión fortifica los miembros, limpia el cutis, seca los humores malignos y da un olor excelente a todo el cuerpo.”

Los primeros cafés se abrieron en La Meca; en 1510 se tiene noticias de la primera cafetería en El Cairo, y desde allí se extendieron a Constantinopla donde pronto adquirieron notoriedad por su lujosa decoración, sobre la que existía gran competencia, y es en el año 1534, en Constantinopla, donde aparece por primera vez escrito el nombre del café, en una explicación y comentario de sus cualidades.
Fuente: escrito de Javier Adán Galicia, España
Imagen por: Petr Kratochvil